lunes, 5 de enero de 2009

Carta de un adiós


Hola amor.

De tanto quererte se me había olvidado amarte. De tanto querer agradarte había olvidado que tu mayor agrado era mi propia felicidad, y por eso comprendo que ahora tu no estés.
Por ello te escribo esta carta, porque en mi cielo ya no habitan más aves que sobrevuelen el tiempo, ya no habitan las plantas que dan felicidad a mi corazón, y mis lagrimas dictan el cielo tan gris que ni el arco iris con sus rayos de sol pudieran alcanzar.
Es por ello que te escribo esta carta, porque la indiferencia de mi ánima rompe con su propio espíritu robando cada insulso hálito que me queda en esta vida, que no si no otro que tu propio ser. Tu.
La cadencia de notas que surgen de tus labios cuando me decías te quiero. La armonía propia divinidad de la beldad de su sonido ahora se queda en el más absorto silencio, la melodía infinita de su grácil voz queda apenada por el último adiós. Y sin embargo, el silencio que se cierne sobre mi cielo gris, no es comparado con el dolor que tu corazón mostró en su último capítulo, nuestra despedida.
Fue tanto tu amor que en el cielo el granizo hizo su aparición, fue tan súbita su caída que se podía ver como el hielo surgía del interior de tu corazón, y yo con mi acostumbrada cobardía, únicamente insulte tu falta de orgullo, como si en ello pudiera encontrar una razón suficiente para poder perdonar todo aquello que estabas realizando.
Me ofreciste cada día el cielo, a cada nota el firmamento, y la caída del otoño en cada una de tus palabras. Bebía el cáliz que de mi pecho surgía tolerando el ácido carácter amargo que te enfrentabas, y yo sin embargo, nunca pensé en poder perderte.
Sé que ya no es tiempo de pedir perdón, sé que tras estos dos años de nuestras vidas las cosas habrán cambiado, y ya es demasiado tarde como para disculpar el hecho de haber estado tan cegada en mi propia infelicidad, pero aún así, y aunque el tiempo borra cualquier huella del destino, mi corazón sólo tiene un dueño, y ese dueño no deja de ser otro que tu.
Lo siento mi amor, y aunque estas palabras ya no sean más que la más sencilla disculpa por no haber encontrado tu ser, el mío propio, simplemente decirte que después de tanto tiempo te sigo amando, como un primer día fue.Te quiero mi amor.

0 comentarios: