lunes, 7 de diciembre de 2009

¿Cúando termina el amor?


Cambios solo son cambios.

¿Cuándo se termina el amor?

Nuestros labios se funden en un beso sin final. Los sentidos se nublan y dejan de funcionar, y por unos instantes sientes morir y renacer con el ánimo cambiado, esperando únicamente que otro beso se apoderé de tu ser. La vista, el tacto, el el sonido y el gusto han dejado de existir dejando paso a otro sentido mucho más agudo y definido que solo dos personas fundidas en un beso pueden llegar a sentir, y por lo tanto degustar.

¿Cúando se termina el amor?

Nuestras manos se entrelazan más allá de la distancia. Unos corazones se unen en un prófugo ir y devenir de ilusiones, y las mentes se concentran en un único pensamiento, adquiriendo el intenso cariz de sentir su presencia aunque no esté. Despiertas de tus sueños sintiendo el olor de su cuerpo, te sumerges en tus sueños sintiendo el tacto de sus manos, vives en un sueño siempre pensando en él.

¿Cuándo se termina el amor?

La conjunción de sus sexos se torna infinita. Va mucha más allá de lo precedible, más allá de la pasión por la pasión. Los cuerpos no conocen el descanso, ni el cansancio, ni las heridas, ni el dolor; solo se dejan llevar por un intenso deseo frenético que conduce a las puertas al amor.
Orgasmo por catarsis. Lujuria por paraiso.

¿Cúando se termina el amor?

La imaginación juega el papel crucial de sus elementos. La imaginación se torna frágil y mucho más alla de lo palpable, ves su cuerpo, acusado por el paso del tiempo, siendo igual de deseable como ahora lo ves, sientes por un momento que el tiempo es el aliado perfecto, ves sus virtudes y sus defectos y en tu mente se forma la imagen de una vida con él. Con tus ojos ya cerrados, ves caer arena, lagrimas y su flor.

¿Cúando se termina el amor?

Solo existe ella o él.

¿Cúando termina el amor?

El vacio de mi habitación se vuelve locura, escucho las voces del silencio causando mi amargura, y siento una vida perdida cuando en mi habitación no escucho, ni tu silencio ni tu voz. Las palabras se llenan de dulzura, epítetos y clamorosos adjetivos amargan mi triste cordura, y mis versos se llenan de la más absurda vagancia estribada en el amor. Yo, que me llamo escritor, dibujante de sueños, premonitor de sentimientos, tan solo soy el burdo rumor de loas perdidas y bienhalladas de amantes que amaban.

¿Cúando se termina el amor?

Solos; tu y yo, sentimos el amor.

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